· Piden no alimentar a las palomas, para evitar su incremento. Sus heces ocasionan graves daños a las estructuras de metal y de granito.
Después de tres semanas de labores, concluyó el de mantenimiento que se le estuvo dando al casi centenario monumento a La Libertad, que engalana la plaza de armas de Trujillo desde el 4 de julio de 1929. El alcalde provincial Mario Reyna destacó las labores realizadas para recuperar su prestancia.
El monumento es el principal atractivo que tiene la plaza de armas y era necesario recobrar su belleza, para el disfrute de los turistas y de la población en general, especialmente en este mes de navidad en que las visitas se incrementan por el Festival de Luces y Colores, dijo el burgomaestre.
Los trabajos estuvieron a cargo de personal restaurador y conservador a cargo de Ronald Salas Monteagudo y contaron y con la supervisión permanente de la Dirección Desconcentrada de Cultura La Libertad.
La gerente del PAMT, Nancy Pretell, pidió a la población no alimentar a las aves, porque las heces que arrojan que genera muchos problemas al grato y esculturas. Además, que los niños y jóvenes no utilicen las estructuras de la parte central de la plaza, para que no se deterioren.
Durante el proceso de limpieza y mantenimiento de las estructuras, se encontró la firma de alemán Edmund Moeller, quien diseñó y esculpió el monumento. “Se ha rescatado su nombre, el que ha quedado perenne”, dijo la funcionaria.
El monumento representa el proceso de independencia del país y lo más preciado del ser humano: el amor a la libertad; también reconoce a quienes nos dieron la independencia. La estatua fue hecha por el escultor Edmund Moeller, en Alemania, y fue armado por Enrique Albretch. Los materiales usados son cobre y mármol.
Está ubicado en el centro de la plaza, consta de tres cuerpos: el primero está sobre una plataforma circular con pedestales, apoyados en un basamento de granito, soportando las esculturas que representan al arte, la ciencia, el comercio y la salud. El segundo tiene tres estatuas robustas. Una es un hombre que bufa y está agachado, simbolizando la opresión o esclavitud. La segunda tiene los brazos hacia atrás, simbolizando la lucha emancipadora. La tercera es un hombre con los brazos levantados y las manos haciendo puño, simbolizando la liberación.
A su alrededor hay placas recordando la proclamación de la independencia de Trujillo, la Batalla de Junín y la Batalla de Ayacucho.
LABORES REALIZADAS
Para efectuar el mantenimiento se instaló un andamio en tres frentes alrededor del monumento, siguiendo su forma para permitir la cercanía a las partes integrantes del prisma y la escultura, hasta llegar a la altura de la antorcha, habiéndose colocado 7 cuerpos por cada frente y delimitando el área a intervenir para advertir a los visitantes y transeúntes la prohibición de invadir el espacio de trabajo y evitar accidentes.
Técnicos protegidos con implementos de seguridad hicieron la limpieza de la escultura de 5 metros de altura, empleando brochas, papetas y paños húmedos sobre la gran cantidad de excretas que hubo en la antorcha, cabeza y manto, con el fin de suavizarlas y eliminarlas con bisturí y mediante fricción con los paños. En la parte baja del manto y piernas hubo chorreras de agua y de excretas de palomas, que también fueron eliminadas con la misma técnica. De igual modo se hizo con el globo terráqueo.
Al final, se protegió a toda la escultura empleando una mezcla con disolvente acrílico, para mantener un ligero brillo y suavidad, y que no permita se impregnen elementos ajenos por un período determinado. Esta labor se vio retrasada varios días por la presencia de un panal de abejas instaladas cerca al hombro de la escultura.
El prisma que soporta la escultura, de 3 metros de altura, estaba cubierto con gran cantidad de excretas y manchas de chorreras, igual el fuste, las que fueron eliminadas con paños húmedos de estearato y agua preparada hasta eliminar la suciedad y sales y retomar el color original.
