La insuficiencia renal es una de las enfermedades que más muertes e incapacidad causan en el mundo. Más de 1.7 millones de personas mueren al año por este problema. Sin embargo, esta es una enfermedad que se puede prevenir; y en muchos casos, curar e incluso revertir la progresión del daño.
El Dr. Jorge Ferradas –nefrólogo de la clínica San Pablo de Trujillo- advierte que si bien hoy en día un paciente con insuficiencia renal puede llevar un estilo de vida plena con el debido tratamiento; la prevención siempre será la mejor opción. Así, describe seis señales que a largo plazo podrían producir insuficiencia renal:
1. Hipertensión y diabetes (tipo 1 o 2): La presión elevada puede obstruir los vasos sanguíneos del riñón y el exceso de glucosa dañar la unidad funcional del riñón, y por ende provocar insuficiencia renal. Aquí, el control oportuno de ambas enfermedades es clave para reducir el riesgo.
2. Obstrucción de las vías urinarias: Entre las causas más frecuentes están las piedras en el riñón y la enfermedad prostática; que al obstruir la orina conllevan a que el riñón se inflame y que a futuro deje este de funcionar. Aquí, la clave es acudir al urólogo o nefrólogo para recibir un tratamiento oportuno.
3. Infecciones recurrentes: Una infección urinaria no tratada puede subir a la vejiga y luego al riñón, causando su inflamación y posterior pérdida de la función renal. Aquí, la clave es monitorear las primeras fases de una infección urinaria.
4. Inflamación renal: Asociado a enfermedades autoinmunes como artritis reumatoide, lupus, glomerulonefritis, etc. La inflamación es asintomática, pero signos como sangre o mucha espuma en la orina ya son signos de alerta. Aquí, la clave es el control de la inflamación y la enfermedad autoinmune.
5. El uso de medicamentos asociados al daño renal: Hay medicamentos que si no se usan de la manera correcta, en dosis adecuadas o por mucho tiempo, aumenta el riesgo. Aquí, la clave es acudir al médico y cerciorarse de que los medicamentos son adecuados para su persona y condición.
6. Edad: Con el paso de los años, se va perdiendo nefronas –unidad funcional del riñón- y con ello la función renal. Hay estrategias para proteger el riñón e incluso evitar que se caiga en la insuficiencia renal. La clave es acudir a chequeos preventivos y así proteger el riñón.