Mineros ilegales del bosque Polo en Huamachuco, junto a hampones que portaban armas de largo alcance, atacaron a efectivos de la Policía Nacional que resguardan terrenos  entregados por mandato judicial a la empresa minera Summa Gold Corporation

Huamachuco. El último miércoles, cerca de doscientos efectivos policiales llegaron a Huamachuco para custodiar la recuperación de ocho hectáreas de un terreno, ubicadas en el caserío Coigobamba, provincia de Sánchez Carrión, región La Libertad, donde por años era la gran madriguera de los mineros ilegales. 

La diligencia estuvo a cargo del juez del Juzgado Civil de Huamachuco, Gerardo Mestanza García, quien realizó todo el recorrido supervisando la colocación de hitos. Al final de la tarde, entregó el predio a la empresa Summa Gold Corporation, según establece el contrato de servidumbre firmado en el año 2003.  Los demandados Fernando Polo Espejo, Nurinarda Lozano y Pedro Polo Lozano, junto a su abogado Lenin Bazán, tuvieron que aceptar la decisión a pesar de que durante el recorrido le increparon al juez y denunciaron corrupción.

La Policía se quedó resguardando el lugar en donde encontró varios socavones ocultos entre las plantaciones de eucaliptos por donde los ilegales ingresaban a robar el mineral de las concesiones otorgadas por el Estado a la empresa minera Summa Gold. Algunos tenían hasta  rejas con candado. Además, se halló herramientas usadas para esta ilícita actividad y sacos con mineral robado. 

Ataque a la Policía

La contundencia de los argumentos presentados, durante el proceso judicial, determinaron que las hectáreas debían ser entregadas a la compañía minera. Sin embargo, la familia Polo desplegó una estrategia lamentable: aprovecharse de la ignorancia de los pobladores que no conocían la existencia de un litigio judicial. En tanto, los mineros ilegales que operan en el bosque Polo, apoyados por integrantes de las rondas de Coigobamba ligados a esta ilícita actividad, prendieron fuego en áreas que no son cultivadas responsabilizando a la compañía.  Un montaje seguido por un ataque con armas de largo alcance a los efectivos policiales que custodiaban la zona, por lo que tuvieron que pedir refuerzos.

“Son delincuentes pagados por la minería ilegal quienes nos atacaron. No pueden ser agricultores, ni mucho menos recolectores de madera. Gracias a nuestros reportes de inteligencia, supimos que iban a atacar y por esa razón llegaron refuerzos. Las maquinarias de la empresa minera están despejando el follaje que ocultan los numerosos socavones por donde se robaba el mineral. Y como se trata de una operación reconocida por los entes respectivos, vamos a permanecer aquí para ejecutar el mandato y detener a los delincuentes”, señaló el comando que dirige la operación.

Los cabecillas de los mineros ilegales que operan en el bosque Polo, obligaron, según versiones de los propios pobladores, a que una parte de la ronda de Coigobamba enfrente a los efectivos de la Policía Nacional. Y fue así que durante las noches del miércoles y jueves se repelieron los disparos y detonaciones de dinamita que la banda ilegal realizó bajo las órdenes de un tal Eusebio.

El ataque de los mineros ilegales fue controlado por los agentes policiales. Para la Fiscalía, que investiga las denuncias realizadas en contra de quienes organizaron el ataque, es cuestión de tiempo dictaminar órdenes de captura una vez identificados los delincuentes. Las cámaras de largo alcance, propiedad de la empresa minera, pudieron registrar a los atacantes. El material ya fue entregado a las autoridades respectivas.

Mientras tanto, Pedro Polo habría pedido apoyo de la Central Única Distrital de Rondas Campesinas de Huamachuco, con el objetivo de frenar las diligencias. Argumentó que la entrega de las hectáreas representaba un abuso para su familia. La Central Única escuchó, analizó el tema y decidió no apoyar al tratarse de un tema privado y con los sustentos legales de ejecución judicial.