- Yoshelin Raymundo, ganadora de la Beca Inclusión del Pronabec, demuestra el poder de la resiliencia al haberse impulsado en su condición física para alcanzar sus metas.
El accidente de Yoshelin ocurrió una mañana del 2006 en Huancayo, en donde creció. Ella trepó al televisor y por falta de equilibrio se cayó de una altura de un poco más de un metro. Sus abuelos la llevaron a una posta de la zona, en la que le indicaron que se había fracturado la zona cervical. Fue trasladada a Lima para ser operada y le confirmaron que el daño era grave y que su rehabilitación era poco probable debido a que tenía una condición de nacimiento que le causaba debilidad en sus huesos.
“Mi mamá me dijo que quedé en coma tres meses después de que me operaron. Luego empecé a recuperarme y el doctor me dijo ‘Tú eres un milagro porque a pesar de que te hemos dicho que no ibas a poder caminar, estás caminando’. Cuando caminé por segunda vez me sentí super feliz. Y ahora, con todo lo que estoy logrando, imagínense cómo de feliz yo me siento. Para mí nunca hubo un no, yo siempre me decía que sí puedo y nadie va a detener mis travesuras”, destaca Yoshelin.
A raíz del accidente, fue diagnosticada con una deformidad de la columna vertebral cerviño-dorsal y cervicalgia (dolor en el cuello prolongado a las extremidades). Recibió tratamiento por más de un año y, tras su mejoría, retomó el colegio con alto rendimiento. “La operación retrasó de mi educación, más no mi aprendizaje. Siempre sacaba buenas notas”, señala y agrega que el arte se convirtió en su principal fuente de entretenimiento porque le permite crear nuevas realidades.
Pruebas y metas cumplidas
Las vivencias que su abuelo le contaba de su pueblo fueron suficientes para que Yoshelin sepa desde pequeña que quería defender los derechos de las personas. “Entonces le dije que quería ser abogada y mi abuelo me respondió ‘Tú vas a hacer todo lo que te propongas’”, cuenta. Continuó con este propósito al egresar del colegio en el 2019: decidió postular a Derecho en la UNMSM.
Se preparó en casa repasando los compendios de exámenes de admisión pasados de esta casa de estudio que su mamá le compraba. Sin embargo, por el contexto de la pandemia, los exámenes fueron virtuales, modalidad que ella no podía seguir por no contar con laptop e internet. Por ello, decidió esperar la prueba presencial. “La verdadera motivación fueron mis abuelos, ellos siempre me han dicho que debo esforzarme y ser profesional, que tenía que valerme por mí misma”, recuerda la joven.
Pero, la COVID-19 afectó la salud de sus abuelos y fallecieron. Meses después, su mamá se enteró que padecía una enfermedad crónica y se encontraba grave. El examen presencial de la UNMSM se anunció para el segundo semestre del 2021, se inscribieron más de 26 000 postulantes, y Yoshelin, a pesar del dolor del momento, participó. De esta manera, se convirtió en la primera sanmarquina de la familia, noticia que dio gran alegría a su mamá, quien meses después también falleció.
Ahora, Yoshelin cursa el tercer año de Derecho, y aunque ha tenido dificultades recibió el apoyo de sus tías que la acompañan, así como de sus amigos de clases. “En mi caso me apoyó mi familia, eso es lo que hizo que mi discapacidad no fuera un problema”, resalta la joven.
En julio de este año, se enteró de la Beca Inclusión para Carreras Universitarias o Profesionales Técnicas, convocatoria 2023, del Pronabec, por unas amigas de clase. Ella no sabía de esta nueva beca dirigida a personas con discapacidad, por lo que tras verificar que cumplía con los requisitos, postuló y ganó una de las 10 vacantes que ofrecía el concurso nacional al que habían postulado más de 500 personas. Ahora tendrá apoyo económico hasta finalizar su carrera, además de un acompañamiento permanente socioemocional y de bienestar.
La becaria está a mitad de carrera y tiene muchas expectativas de mejorar cada día. Sabe que con esfuerzo podrá convertirse en una gran abogada o fiscal, y que tendrá una firma de abogados en beneficio de los más necesitados. “A veces siento que estoy en un sueño porque no pensaba que fuera a lograr tanto en poco tiempo. Valió la pena todo el esfuerzo, todo lo que tuve que pasar. Las palabras de mi abuelo se cumplieron. Me siento muy feliz y orgullosa de mí misma. La discapacidad no es algo que te detiene. La vida tiene cosas buenas y malas, no hay que dejarse vencer”, reitera Yoshelin.
El Pronabec desde su fundación, en el 2012, ha transformado la vida de 1414 peruanos y peruanas con discapacidad, al otorgarles becas de educación superior. De este total, la mayoría son jóvenes de entre 17 y 25 años. El 49.6 % vivía en una condición de pobreza y el 30.1 % en pobreza extrema. Además, el 18 % es su región de origen es Puno, 17 % Lima, 11 % Piura y 10 % Cusco.
Los interesados en las convocatorias vigentes de becas y créditos educativos del Pronabec, pueden revisar su página web www.pronabec.gob.pe/concursos-