De acuerdo al último informe de Unicef, el 57% de las niñas en el Perú son blanco de burlas cuando están menstruando, siendo calificadas por sus compañeros varones como “sucias” o que “dan asco”.
El acoso escolar, mejor conocido como bullying, es uno de los principales factores que influyen en el surgimiento de problemas de salud mental entre los jóvenes menores de 18 años. Esta es considerada una problemática severa que, solo en los primeros meses del 2023, registró más de 2 202 denuncias en la plataforma SíseVe del Ministerio de Educación (Minedu). Sin embargo, poco se ha profundizado en los motivos del acoso y menos aún cuántos tienen como blanco a niñas menstruantes.
Según el último informe de Unicef, el 95% de las niñas y adolescentes en el Perú sienten vergüenza estando en su periodo en el colegio y el 57% de ellas ha recibido burlas de parte de sus compañeros varones por menstruar. El Día Mundial de la Salud Mental es una fecha ideal para hacerse nuevas preguntas y buscar nuevas soluciones que en lugar de victimizar a las niñas, las empoderen frente a situaciones como estas.
“Las cifras retratan un panorama alarmante, pero hablan más de lo poco que aún estamos haciendo para promover una educación integral que apueste por el bienestar de todas y todos. Es fundamental incluir a los niños y padres en las conversaciones sobre menstruación y que estén familiarizados con los procesos naturales de los cuerpos. En ese contexto, desde hace más de 6 años venimos impulsando la iniciativa Bullying por Loving que tiene como objetivo fortalecer la seguridad y confianza en los niños y niñas a través de la educación para hacerle frente al acoso en estos ambientes”, comentó Gabriela Espinar, Marketing Manager de Essity Perú.
Esta iniciativa ha impactado a más de 75 millones de personas en América Latina, con esta experiencia previa, la representante de Essity Perú remarcó cinco maneras en las que los educadores pueden intervenir positivamente para empoderar a las niñas que han sufrido situaciones de acoso por el simple hecho de estar en su periodo.
Información directa y clara: Proporciona información adecuada y precisa sobre la menstruación en los salones de clase. Esto ayudará a eliminar mitos y permitirá que tanto las niñas como los niños comprendan procesos biológicos esenciales. Anima a las niñas a hacer preguntas y asegúrate de que se sientan cómodas discutiendo el tema.
Fomenta la empatía y el respeto: Promueve la empatía entre los estudiantes al discutir la importancia de respetar las diferencias y la diversidad. Anima a los alumnos a ponerse en el lugar de los demás y a comprender que la menstruación es una parte natural de la vida de las mujeres.
Crear un entorno de apoyo: Crea un ambiente en el aula donde las niñas se sientan seguras y apoyadas. Anima a las víctimas de acoso a hablar sobre su experiencia y brinda apoyo emocional. También puedes establecer un sistema de apoyo entre compañeros, donde los estudiantes se ayuden mutuamente.
Promover la confianza en sí mismas: Ayuda a las niñas a desarrollar la confianza en sí mismas y su autoestima. Fomenta la participación activa en clase, reconoce sus logros y talentos, y ayúdalas a establecer metas personales. Cuando las niñas se sienten seguras y valoradas, son menos propensas a ser afectadas por el acoso.
Políticas escolares y medidas de prevención: Trabaja junto con la dirección de la escuela para implementar políticas contra el acoso escolar y medidas de prevención. Asegúrate de que haya consecuencias claras para los acosadores y que las niñas se sientan seguras al denunciar el acoso. También puedes organizar talleres y charlas sobre el acoso escolar y la menstruación.
“Los maestros tienen un rol sumamente importante en la normalización de la menstruación y la promoción de esta conversación en casa. Pero tienen más responsabilidad en crear colegios que sean espacios seguros para las niñas. Para ello, la escuela debe ser un lugar inclusivo y de apoyo donde se celebre la diversidad y se promueva el respeto mutuo”, agregó Espinar.