El 27 de junio es el Día de las microempresas y pequeñas y medianas empresas para reconocer su importancia en los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

En el Perú, las MYPE realizan un gran esfuerzo en lograr su formalización para su crecimiento y desarrollo sostenible. Al optar por la formalización, estas empresas adquieren una serie de beneficios y garantías legales que les permiten operar en un entorno seguro y estable.

La abogada laboralista Karen Fournier Fernández, CEO de Fournier Abogados, comentó las ventajas que adquieren las empresas formalizadas.

En primer lugar, la formalización brinda el acceso a derechos laborales: Al formalizar una MYPE, se brinda la oportunidad de otorgar empleo digno a los trabajadores y cumplir con las normas laborales establecidas en el país.

Fournier Fernández destaca que «la formalización permite a las MYPE otorgar contratos de trabajo con beneficios sociales, como vacaciones, gratificaciones, seguro social y pensiones».

En segundo lugar, la especialista resalta que «las MYPE formalizadas tienen mayores posibilidades de acceder a líneas de crédito, programas de capacitación y asesoramiento empresarial». Estas oportunidades brindan a las empresas la posibilidad de invertir en maquinaria, tecnología, capacitación de personal y otros recursos necesarios para mejorar la productividad y la competitividad en el mercado.

En tercer lugar, la formalización de una MYPE brinda estabilidad jurídica y protección frente a posibles conflictos laborales. Al tener un registro formal, se establecen las bases para cumplir con las leyes laborales y evitar sanciones o litigios. Además, contar con asesoría legal especializada contribuye a prevenir conflictos y resolver cualquier situación de manera adecuada.

En cuarto lugar, la formalización permite a las MYPE el acceso a programas gubernamentales, como los concursos lanzados por ministerios, así como participar de las convocatorias públicas. El Estado reserva el 40 por ciento de las compras nacionales para las MYPES.

Como señala la especialista, «la formalización de las MYPE no solo beneficia a los trabajadores, sino también a los propios empresarios, quienes pueden aprovechar las oportunidades de crecimiento que ofrece el mercado formal».

Según la legislación, en nuestro país se considera una microempresa a aquella persona natural o jurídica, cuyas ventas anuales sean como máximo 150 UIT (562,500 nuevos soles) y tengan no más de 10 trabajadores.