El dengue, una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes, está causando estragos en el país, y se ha convertido en una amenaza especialmente para aquellos con enfermedades preexistentes. Según el último informe del Ministerio de Salud, se han confirmado 67,833 casos a nivel nacional, con 141 fallecidos; y en la región de La Libertad se registran 2,335 casos de contagios, la cifra más alta en los últimos seis años.
Frente a este escenario, el Dr. Elías Cabanillas -médico internista de la clínica San Pablo Trujillo- advierte que entre las condiciones vulnerables se ubican aquellos pacientes que utilizan corticoides tipo dexametasona y prednisona o antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como diclofenaco, naproxeno e ibuprofeno, así como aquellos con defensas bajas, pacientes diabéticos, pacientes renales y personas con enfermedades crónicas corren un mayor riesgo de sufrir complicaciones relacionadas al dengue.
Asimismo, los factores como el diagnóstico tardío, la edad (especialmente niños y adultos de edad avanzada), la deshidratación y la automedicación influyen en la complicación del cuadro de salud; y que ante un dengue grave, se ve traducido en hemorragias, hipertensión, trastorno de conciencia, falla hepática, vómitos persistentes, e incluso la muerte.
Por ello, el Dr. Cabanillas recomienda que ante signos tempranos de fiebre, dolor de cabeza, dolor retroocular y dolor osteomuscular en la espalda y la zona lumbar, se debe acudir a un centro de salud para el diagnóstico oportuno. Más aún, ante síntomas de dolor abdominal, náuseas durante 2 o 3 horas, hemorragia nasal y en las encías, irritabilidad y decaimiento extremo se debe buscar atención médica de inmediato para evitar una hospitalización.